Llegamos un miércoles y disfrutamos de la brisa nocturna de Cala Nova, nuestra cala favorita...
Ya de día, el mar es espectacular y la cala poco concurrida...
El restaurante Atzaro y sus comidas fantásticas... la calidad y la presentación, impecables... con vistas al mar, personal muy agradable...
Los masajes de Alejandra en Cala Nova... qué guayyyyy
También disfrutamos de Santa Gertrudis, sus tiendas, y de un local de comida informal, Heaven, que ofrece comida natural cien por cien, los mejores ingredientes a un precio súper asequible. Los zumos son alucinantes y el pan de semillas y el tiramisú muy muy rico. A pesar de estar en Ibiza tan poco tiempo, fuimos varias veces
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La dueña de Heaven se llama Franca, es italiana, nos hizo sentir como en casa. Un viernes olvidé mis gafas de sol en el local. El domingo volvimos para desayunar, no volvimos por las gafas pues yo pensaba que las había perdido en otro sitio... sin embargo estaban allí! Eso nos dio pie a hablar con la dueña del local y a conocer la increíble historia de cómo llegó a Ibiza. Nos encanta encontrar a gente tan entrañable con historias tan interesantes. Volveremos el año que viene.
En Ibiza ciudad además de comprar unos bolsos muy originales de las marcas Konplott y Idunnbags, descubrimos, por recomendación, un nuevo local llamado Locals Only en la Plaza del parque. Verdaderamente la pasta con almejas y los huevos benedictinos una pasada a un precio razonable. El local es de lo mejorcito, con una decoración muy chula. Regentado por una neoyorkina y por un italiano que antiguamente gestionaba nada menos que el restaurante Cipriani que en Nueva York es muy famoso. Su personal es súper sonriente y habla cien idiomas. Habríamos vuelto más veces de no haberlo descubierto el último día!! El coulin de chocolate espectacular.
El sábado vimos la puesta de sol en Benirrás y cenamos en Elements en plan chill-out. La hamburguesa estaba sólo ok, pero los calamares rebozados estaban de muerte.
La última tarde visitamos la Cala Llenya. Es otra de las pocas calas en las que en pleno mes de agosto se está bien en cuanto a "liviana afluencia". El agua es más salada, algunas algas más que en Cala Nova pero nos gustó también y se podía nadar perfectamente.
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Y todo ello alojándonos en la preciosa Casa Naia, con vistas al bosque, y piscina super agradable. La escasez de habitaciones (15) de este hotel rural lo hace una excelente opción de alojamiento. La dueña, Olga es súper amable y miman a los clientes. Esta es un selfie en el jardín de Casa Naia con Caponata:
Ya de día, el mar es espectacular y la cala poco concurrida...
El restaurante Atzaro y sus comidas fantásticas... la calidad y la presentación, impecables... con vistas al mar, personal muy agradable...
Los masajes de Alejandra en Cala Nova... qué guayyyyy
También disfrutamos de Santa Gertrudis, sus tiendas, y de un local de comida informal, Heaven, que ofrece comida natural cien por cien, los mejores ingredientes a un precio súper asequible. Los zumos son alucinantes y el pan de semillas y el tiramisú muy muy rico. A pesar de estar en Ibiza tan poco tiempo, fuimos varias veces
La dueña de Heaven se llama Franca, es italiana, nos hizo sentir como en casa. Un viernes olvidé mis gafas de sol en el local. El domingo volvimos para desayunar, no volvimos por las gafas pues yo pensaba que las había perdido en otro sitio... sin embargo estaban allí! Eso nos dio pie a hablar con la dueña del local y a conocer la increíble historia de cómo llegó a Ibiza. Nos encanta encontrar a gente tan entrañable con historias tan interesantes. Volveremos el año que viene.
En Ibiza ciudad además de comprar unos bolsos muy originales de las marcas Konplott y Idunnbags, descubrimos, por recomendación, un nuevo local llamado Locals Only en la Plaza del parque. Verdaderamente la pasta con almejas y los huevos benedictinos una pasada a un precio razonable. El local es de lo mejorcito, con una decoración muy chula. Regentado por una neoyorkina y por un italiano que antiguamente gestionaba nada menos que el restaurante Cipriani que en Nueva York es muy famoso. Su personal es súper sonriente y habla cien idiomas. Habríamos vuelto más veces de no haberlo descubierto el último día!! El coulin de chocolate espectacular.
El sábado vimos la puesta de sol en Benirrás y cenamos en Elements en plan chill-out. La hamburguesa estaba sólo ok, pero los calamares rebozados estaban de muerte.
La última tarde visitamos la Cala Llenya. Es otra de las pocas calas en las que en pleno mes de agosto se está bien en cuanto a "liviana afluencia". El agua es más salada, algunas algas más que en Cala Nova pero nos gustó también y se podía nadar perfectamente.
Y todo ello alojándonos en la preciosa Casa Naia, con vistas al bosque, y piscina super agradable. La escasez de habitaciones (15) de este hotel rural lo hace una excelente opción de alojamiento. La dueña, Olga es súper amable y miman a los clientes. Esta es un selfie en el jardín de Casa Naia con Caponata:
¡¡¡HASTA EL AÑO QUE VIENE, IBIZA!!!!
Cris, Ana y Noemí
Cris, Ana y Noemí
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